El
que se mueva no sale en la foto. Esta frase que podemos con tranquilidad elevar
a la categoría de axioma y de la que nadie quiere atribuirse la paternidad
(aunque se le adjudica a Alfonso Guerra), me viene últimamente con frecuencia a
la cabeza cada vez que observo la realidad. La última vez después de leer
diversos escritos relacionados con el caso Frago (cuya sentencia y otros textos
relacionados podéis consultar en este enlace (http://www.apifiscales.es), el único fiscal expulsado de la
carrera, como dirían los contadores de cosas, desde que existen estadísticas y
repuesto por una sentencia de la Audiencia Nacional que da la razón al fiscal
Frago y se la quita, por tanto, al Fiscal General que propone la sanción y al
Consejo Fiscal que por unanimidad informa favorablemente la propuesta. Resulta
descorazonador que la propia sentencia de la Audiencia Nacional afirme que se
ha observado un nulo respeto del principio de legalidad cuando la propia
Constitución atribuye al Ministerio Fiscal la misión de promover la acción de
la justicia en defensa de la legalidad. Y que la decisión de informar
favorablemente la sanción al fiscal se haya tomado por unanimidad es digno de
una profunda reflexión. ¿es posible equivocarse por unanimidad?. Parece que lo
que ocurre es que el que se mueve no sale en la foto.
Entre
tanto, en otro Cuerpo también jerarquizado, el Cuerpo Nacional de Policía, se
le incoa un expediente disciplinario al portavoz del Sindicato Unificado de
Policía, José María Benito, por el contenido de una entrevista (http://www.abc.es/espana/20131230/abci-policia-201312301041.html)
que efectúa en su calidad de representante sindical en la que hace unas
valoraciones perfectamente argumentadas, llegando a unas conclusiones a las que
cualquiera podría llegar con la simple contemplación de los hechos. En la misma
línea, aunque con distinta estrategia, los sindicatos se han hartado de
denunciar (http://www.sup.es/sites/default/files/pdf/Embajadas%20CEP_0.pdf),
sin éxito, la retribución de determinada actividad sindical afín al Gobierno, con
puestos muy bien gratificados en embajadas, el conocido clientelismo. Estos
puestos son efectivamente de libre designación, pero ¿libre designación puede
significar arbitrariedad?, porque los poderes públicos deben promover las
condiciones para que la libertad y la igualdad de los individuos y los grupos
sean reales y efectivas, dice la Constitución. De manera que no se entiende
bien por qué ese tipo de decisiones no deben estar sometidas a un control de
igualdad .
Otro
tanto ocurre con la provisión de determinados puestos administrativos. Hace no
muchos días conocíamos el caso de un funcionario del Ministerio del Interior
que había denunciado al Ministro por acoso laboral (http://www.publico.es/479692/un-alto-funcionario-denuncia-al-ministro-del-interior-por-acoso-laboral-y-desviacion-de-poder),
en lo que parece una variante de la misma estrategia, en este caso adelantando
la tutela de sus propios intereses. Por si te mueves, no sales en la foto. Otra
posibilidad muy frecuente es la falta de publicación de las vacantes,
manteniendo al personal sine die en comisión de servicio, en lo que algún
sindicato estos días se preguntaba si no constituiría esta práctica un caso de
prevaricación administrativa negativa, un no hacer plenamente delictivo. Aunque
siempre se puede implementar una variante, convoco solamente aquellas plazas
que tengo la certeza que ocuparán mis afines y el resto cuando me convenga. En
la misma línea y, aunque lo parezca, no en distinto ámbito se podría encuadrar
la condena al juez Garzón por prevaricación por intervenir las conversaciones
con su abogado de un imputado en el caso Gürtel, en una resolución que contaba
con el respaldo de las fiscales, o la imputación del juez Elpidio Silva por
decretar la prisión provisional de Blesa. El que se mueve no sale en la foto.
Parece que al contrario de lo que ocurría en la caverna platoniana, lo que nos
encontramos cuando salimos de ella no es la luz del conocimiento, la idea del bien
sino una sucesión de cavernas que nos impiden ver la realidad y, al igual que
en la alegoría de Platón, encontramos a los compañeros de aquellos que
consiguen salir de esa sucesión de cavernas dispuestos a matarlos por
mostrarles la verdad.
Integridad, lealtad, honor, buena fe, valentía, profesionalidad, capacitación...valores a la baja y, llegado el caso, en búsqueda y captura.
ResponderEliminarQué difícil se hace no perder la fe viviendo este panorama cada día, porque creo que puedo aseverar que ocurre en todos los sectores y ramas de la gran Administración Pública.
Así es Lara, tengo la esperanza de que gracias a la transparencia que están aportando las RRSS seamos capaces de eliminar estas prácticas
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