Lo que hoy es tradición, un día fue
novedad. No podemos mantener el modelo policial con dos cuerpos nacionales de
seguridad simplemente porque nos encanta ver como ambos cumplen años acudiendo
a los fastos orgullosos de pertenecer a Cuerpos milenarios. Menos aún porque
representando mentalmente el proceso de fusión del Cuerpo Nacional de Policía y
de la Guardia Civil algunos intuyan una pérdida de privilegios o estatus.
Nos encontramos en un momento de creciente
malestar por lo que en el CNP se considera una permanente invasión de las
competencias que le atribuye la Ley 2/86 de FF. Y CC de Seguridad por parte de
la Guardia Civil (http://www.sup.es/sites/default/files/pdf/2684.pdf).
Se considera en la policía que ciudades como Madrid en las que son competentes
se encuentran llenas de Guardias mientras la delincuencia se incrementa en las
zonas rurales en las que la competencia es de la Guardia Civil. Se quejan
amargamente y denuncian ante los tribunales a la Guardia Civil por impedir la
actuación de los TEDAX de la policía, ante una amenaza de bomba en la embajada
francesa en Madrid (http://politica.elpais.com/politica/2013/02/13/actualidad/1360756994_495279.html).
Los sindicatos reclaman la actuación del Ministro del Interior para impedir que
la Guardia Civil se convierta en interlocutor directo ante Europol cuando el
artículo 12.1.f de la LFCSE asigna la competencia para el auxilio a policías de
otros países al CNP (http://vozpopuli.com/actualidad/14087-la-policia-denuncia-una-ofensiva-de-la-guardia-civil-para-arrebatarle-competencias).
Se destina a Guardias en las legaciones
diplomáticas en el exterior y ante organismos internacionales contraviniendo lo
dispuesto en la citada ley. Se produce una extralimitación por parte de la
Guardia Civil en lo relacionado con el control de la seguridad privada que el
artículo 12.1.g de la LFCSE atribuye al CNP. Surgen problemas competenciales en
el control de la seguridad de los aeropuertos. Se reclama la destitución del
jefe del gabinete de coordinación y estudios de la SES, órgano de especial
importancia pues controla todas aquellas materias que se deben armonizar
en ambos cuerpos (estadística, seguridad ciudadana, formación) y que dirige un
teniente coronel de la Guardia Civil (hermano del presidente del Tribunal Constitucional
http://www.sup.es/sites/default/files/pdf/Cosido_%20y_ministro.pdf)
al que se acusa de falta de equidad.
Y a pesar de todo las relaciones entre
policías y guardias civiles me atrevo a afirmar que son, en general,
excelentes. ¿Cuál es la razón entonces por la cual haya que unificar los
Cuerpos?. Pues por razones de eficacia y eficiencia que resultan, a mi juicio,
evidentes. Aquí van algunos ejemplos. En materia de crimen organizado tenemos
organismos, como el CICO, que nacieron básicamente para coordinar las
actuaciones de ambos Cuerpos http://gccap.bage.es/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=826
que conviven con los propios órganos de coordinación intracorporativos. A estos
recursos hay que añadir la representación exterior coincidente de ambos cuerpos
en los distintos foros de criminalidad organizada. Cualquier economista se
quedaría perplejo con las sinergias y economías de escala que esta clase de
organización desaprovecha.
Con la unificación el ahorro y la eficacia
resultarían notorios. En materia de policía científica coexisten la comisaría
general de seguridad ciudadana en la policía y la unidad de criminalistica en
la guardia civil. Ya el programa del PSOE del año 2004 http://www.psoe.es/source-media/000000348500/000000348570.pdf
contemplaba la creación de una Agencia Estatal de Policía Científica que no se
llegó a concretar, lo cual no es extraño dadas las dificultades que supondría
sin una previa unificación de los cuerpos. La fusión de la que algunos abominan
por el simple hecho de la distinta evolución en ambos servicios, tendría
enormes beneficios, en materia de unificación de registros, de racionalización
de recursos y de duplicidades, de nuevo, en la representación exterior y también
interior en ese ámbito. Por lo que se refiere a la importante cuestión de los
archivos, es verdad que algunos se han aproximado, pero las distintas bases de
datos perviven y dificultan las investigaciones. Por muy buenas que sean las
relaciones no es lo mismo consultar un dato en línea que solicitarlo. Y que
decir en materia de extranjeria, competencia del CNP pero con la guardia civil
custodiando las fronteras. Se ha puesto en cuestión estos días la eficacia de
las expulsiones con ocasión de los luctuosos sucesos de Ceuta. Sin embargo, el
instrumento existe y está regulado en el artículo 58.3.b de ley de extranjeria
que permite la devolución de aquellos que pretenden entrar ilegalmente en el
país, sin necesidad de incoar expediente de expulsión. http://servicioselectronicos.policia.es:38092/portalCiudadano/extranjeria/pr_devo_extran.HTML
Pero la competencia es del CNP al que la guardia civil tiene que hacer entrega
de aquellos que sorprenda entrando ilegalmente. No es el único problema que se
suscita en relación con los puestos fronterizos pero es lo suficientemente
significativo para atisbar los beneficios de una unificación. En el ámbito de
la seguridad ciudadana, evitaríamos problemas competenciales como los
producidos con la amenaza de bomba en la embajada de Francia en Madrid, se
acabaría con la duplicidad de servicios especiales como los TEDAX, la
contratación de material se economizaria(vehículos, uniformidad, equipos,
medios técnicos). El aprovechamiento de la información en la lucha
contraterrorista de distinto signo daría un salto cualitativo.
Estos son, como decía, unos pocos
ejemplos pero el impacto positivo de la unificación, en todas y cada una de las
áreas policiales, resulta más que evidente. Sólo la orientación a la
supervivencia implícita en todas las organizaciones puede justificar el
mantenimiento del statu quo. La búsqueda de contrapoderes y la solución a
determinadas "ineficiencias" no pueden servir de excusa en cuerpos
altamente profesionalizados en el marco de una sociedad democrática.
En este país todo es un despropósito que comienza de una manera más o menos racional y se convierte en un asunto rídiculo por uno de los grandes fallos políticos de este país. Y es que no se puede gobernar queriendo agradar a todo el mundo.
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